Durante décadas, los videojuegos fueron vistos como un pasatiempo exclusivo de los jóvenes. Sin embargo, una revolución silenciosa está ocurriendo en centros de día, residencias de ancianos y hogares de toda España: los videojuegos se han convertido en una herramienta terapéutica de valor incalculable para la tercera edad. Este cambio de paradigma no solo está mejorando la calidad de vida de los mayores, sino que también está rompiendo estereotipos y abriendo nuevas puertas a la innovación en salud.
El programa Golden Gamers: una iniciativa pionera
En los centros de día Florencia, en Madrid, se ha implementado el programa Golden Gamers, una iniciativa que utiliza los videojuegos como soporte emocional, motor, cognitivo y social para mejorar la calidad de vida de los usuarios sénior. Esperanza Hernández, una madrileña de 75 años con problemas de movilidad, nunca imaginó que una consola sería parte de su recuperación emocional. “El día que entraron los videojuegos en mi vida fue como un bálsamo. Empecé a sentirme más alegre, a compartir más tiempo con los compañeros”, relata.

Impacto emocional y cognitivo
El impacto emocional de los videojuegos en personas mayores va mucho más allá de una simple distracción. Gloria Sánchez, directora de los centros de Día Florencia, explica que estas plataformas ofrecen “una motivación que una terapia tradicional no tiene”. Los videojuegos generan experiencias inmersivas y emocionalmente estimulantes, contribuyendo al mantenimiento y mejora de las capacidades cognitivas deterioradas por la edad o enfermedades neurodegenerativas.
De Mario Kart a la realidad virtual: un abanico de posibilidades
Los títulos utilizados en Golden Gamers no pertenecen exclusivamente al género educativo. Juegos como Mario Kart, Astro-Bot o Super Smash Bros conviven con otros más complejos como Hogwarts Legacy o Sackboy: A Big Adventure. La elección depende de múltiples factores: desde los intereses del usuario hasta sus habilidades físicas o cognitivas. Además, la incorporación del mando Access™, desarrollado por Sony Interactive Entertainment España junto con la Fundación ONCE, ha facilitado la accesibilidad a personas con movilidad reducida.
El poder de la realidad virtual
Uno de los aspectos más sorprendentes es el uso de la realidad virtual. En el centro madrileño se han realizado ejercicios terapéuticos con esta tecnología. “A un paciente con múltiples patologías reumáticas y riesgo alto de caída le aplicamos una sesión de boxeo en realidad virtual y, de repente, mostraba una estabilidad y equilibrio que no habíamos visto con ninguna otra terapia”, explica Sánchez.
Conectar generaciones: nietos y abuelos, unidos por el mando
Uno de los valores añadidos más bonitos que ha traído esta transformación lúdica es la conexión intergeneracional. A través de los videojuegos, nietos y abuelos encuentran un lenguaje común. Carmen López Pérez, de 80 años, destaca este aspecto: “Queremos hacernos fuertes, pero cuando estás sola no se consigue. Me encanta jugar con mis amigas aquí, pero también con mis nietos en casa”.

El caso de Sebastiana: empoderamiento a los 102 años
Entre todas las historias de esta revolución silenciosa, destaca la de Sebastiana Sánchez Garrote. Con 102 años, esta vecina de Madrid asegura que los videojuegos son su “momento de felicidad”. Gracias al simulador The Crew 2, puede sentir la experiencia de estar al volante, algo que nunca pudo hacer en la vida real. “Para alguien como ella, tener esa posibilidad es revivir una parte de su vida que creía imposible. Se empodera, se crece y, sobre todo, sonríe”, subraya su cuidadora.
El futuro de la terapia sénior: sin límites digitales
Golden Gamers no es una excepción aislada, sino parte de una corriente creciente que gana cada vez más espacio en el ámbito terapéutico y sanitario. Desde que en 2018 comenzaron a implementar Wii Terapia en estos centros, se vio claro que este tipo de tecnologías tenían potencial en el tratamiento y prevención del deterioro cognitivo y motor en adultos mayores. Hoy, esa visión se ha ampliado con la incorporación de nuevas consolas, realidad aumentada, inteligencia artificial e incluso videojuegos especialmente diseñados para este colectivo.
Alejandro Morillas, fisioterapeuta y responsable de nuevas tecnologías en Florencia, recuerda que “en el mundo gamer solo hay que buscar una temática concreta y vas a encontrar mil videojuegos relacionados con ella, por muy alocada que sea”. Así han llegado a utilizar incluso simuladores de trabajo como mecánico o camionero, para aquellos pacientes que dedicaron su vida a estos oficios hoy extintos. “Dar sentido a lo que hacen es tan importante como la actividad en sí”, enfatiza.
El estudio de los beneficios de los videojuegos en las terapias clínicas y preventivas de la tercera edad está apenas en sus primeros niveles, pero ya muestra unas perspectivas esperanzadoras. Además de los efectos a nivel motor y cognitivo, el impacto emocional y social es abrumador: los usuarios se hacen más participativos, encuentran nuevas motivaciones, interactúan más, y —lo que en muchos casos es lo más importante— se sienten escuchados y valorados.
El programa Golden Gamers, con su innovadora metodología, su inclusividad tecnológica y su capacidad de romper tabúes generacionales, se ha posicionado como una referencia internacional en el uso de los videojuegos terapéuticos para mayores. Y como afirma la propia Carmen López: “Aquí lo importante no es si gano o pierdo. Lo importante es que nos echamos unas risas y no estamos solos”.
Con el ejemplo de personas como Sebastiana, Esperanza o Carmen, queda claro que no hay edad para soñar, jugar y redescubrirse. Los videojuegos, lejos de ser una amenaza, están emergiendo como una herramienta poderosa que combina salud, diversión y dignidad para una generación que, finalmente, empieza a redescubrirse. Si quieres conocer más sobre cómo la tecnología está transformando vidas, visita Virtua Barcelona.