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Más que un videojuego: una simulación que te hará sentir insignificante (y te encantará)
¿Alguna vez has sentido el vacío? No me refiero a esa sensación existencial de un domingo por la tarde, hablo del vacío real. El frío, oscuro e infinito espacio exterior. Si tienes unas gafas de Realidad Virtual acumulando polvo, es hora de limpiarlas, porque Elite Dangerous no es un juego que se juega; es un lugar al que viajas. Y te lo advierto desde ya: el viaje es brutal.
Llevo dos décadas analizando tecnología y he visto de todo, desde el nacimiento de los primeros polígonos hasta el trazado de rayos en tiempo real. Sin embargo, nada me preparó para la primera vez que arranqué los motores de mi nave Sidewinder en VR. Olvida Star Wars y sus batallas arcade. Olvida las promesas vacías de otros títulos espaciales. Aquí, tú eres un comandante real en una Vía Láctea a escala 1:1.
Y aquí está el gancho:
Lo que en un monitor plano es un complejo simulador de comercio y combate, en VR se transforma en una experiencia claustrofóbica, aterradora y bellísima que redefine lo que significa la inmersión.
La Inmersión: Cuando la cabina es tu hogar
Al ponerte el casco, lo primero que notas no son las estrellas. Es tu cuerpo. Miras hacia abajo y ves un traje de piloto. Mueves las manos en tu controlador (y si tienes un sistema HOTAS, la sincronización es mágica) y el avatar replica tus movimientos. Estás, de hecho, encerrado en una lata de metal flotando en la nada.
La interfaz holográfica de Elite Dangerous parece haber sido diseñada pensando en la VR desde el día uno. Los menús flotan a tus lados y para activarlos, simplemente miras hacia ellos. Es intuitivo, limpio y te mantiene anclado en la realidad del juego. No hay pausas ni menús externos que rompan la magia.
Pero la verdadera «brutalidad» del titular llega cuando sales de la estación espacial. Ver un planeta gigante gaseoso ocupando todo tu campo de visión periférico te provoca un vértigo real. Acercarte a un sol para repostar combustible mientras escuchas el crujido del casco por la temperatura es una experiencia que tensa cada músculo de tu cuerpo. En Virtua Barcelona siempre decimos que la VR debe transportar, y este título te lleva a 400 mil millones de sistemas estelares de distancia.
La curva de aprendizaje vertical de Elite Dangerous
No te voy a mentir. Este juego no te lleva de la mano. De hecho, te suelta en el espacio con una nave básica y te dice: «búscate la vida». Aprender a aterrizar manualmente sin estamparte contra la pista de aterrizaje te costará sudores y créditos.
El combate es técnico. No basta con apuntar; debes gestionar la energía de los escudos, motores y armas en tiempo real. Además, en VR, esto cobra una nueva dimensión: el dogfight (combate aéreo cercano) se vuelve instintivo. Puedes seguir a tu enemigo con la mirada a través del cristal de la cabina mientras viras la nave en dirección opuesta. Es una ventaja táctica real que los jugadores de monitor no tienen.
«La primera vez que saltas al hiperespacio en VR no lo ves en una pantalla, lo sientes en el estómago. Es el momento exacto en el que dejas de jugar para empezar a creer.»
Escala Galáctica: La soledad del corredor de fondo
La inmensidad de Elite Dangerous es abrumadora. Puedes dedicarte al comercio, llevando mercancías de un sistema a otro vigilando los precios del mercado. También puedes ser un pirata, interceptando a otros jugadores. O puedes ser un explorador.
Para mí, la exploración en VR es el punto álgido. Saltar a un sistema inexplorado y ser la primera persona (literalmente, tu nombre queda grabado en el descubrimiento) en ver un sistema binario de estrellas de neutrones, es impagable. Es una experiencia solitaria, casi meditativa, perfecta para desconectar del caos del mundo real.

Si buscas más experiencias que te dejen con la boca abierta, echa un vistazo a nuestra colección de juegos de Realidad Virtual, aunque pocos alcanzan la escala técnica que se ha logrado aquí.
El sonido: El héroe silencioso
Tengo que hacer un inciso técnico. El diseño de sonido de este juego es, posiblemente, el mejor de la industria. Los motores rugen con personalidad propia, los escáneres tienen texturas auditivas, y el silencio… el silencio del espacio cuando apagas los sistemas para esconderte de un radar es ensordecedor. En VR, con unos buenos auriculares, el audio 3D es fundamental para saber dónde está esa nave que intenta flanquearte.
Odyssey y el futuro de Elite Dangerous
El juego ha evolucionado con expansiones como Horizons y la más reciente Odyssey. Aquí viene la parte agridulce. Odyssey permite bajar de la nave y caminar en primera persona. Sin embargo, la implementación en VR de la parte «a pie» no es nativa completa. En su lugar, se proyecta en una pantalla plana virtual frente a tus ojos.
¿Es un problema? Depende. Si vienes por la simulación de naves, no te importará, pues la experiencia en cabina sigue siendo VR pura. Pero es un recordatorio de que la tecnología aún tiene barreras que romper. Aun así, la ambición de Frontier Developments es admirable, y aterrizar en un planeta, desplegar tu vehículo SRV y conducir por la superficie de una luna con baja gravedad en VR sigue siendo una de las cosas más divertidas que puedes hacer.

Si estás pensando en montar tu setup para este monstruo, te recomiendo revisar nuestra guía completa de VR para asegurar que tu PC y tus gafas están a la altura, porque Elite Dangerous exige máquina.
Lo mejor y lo mejorable
- Inmersión absoluta: la mejor experiencia de cabina en VR.
- Escala 1:1 de la Vía Láctea: contenido infinito.
- Diseño de sonido galardonado que mejora la jugabilidad.
- Profundidad técnica y libertad total de roles.
- Curva de aprendizaje muy pronunciada (requiere paciencia).
- La expansión Odyssey (a pie) no tiene VR nativa completa.
- Puede requerir muchas horas de «grind» para naves grandes.
Preguntas Frecuentes sobre Elite Dangerous VR
¿Cuánto dura el juego?
Técnicamente, es infinito. Al ser un MMO sandbox con 400 mil millones de sistemas, nunca «te pasas» el juego. Tú defines tus objetivos: comprar una Anaconda, llegar al centro de la galaxia o subir de rango en una facción. Por lo tanto, puedes jugar 50 horas o 5.000.
¿Provoca mareos en Realidad Virtual?
Es una experiencia intensa. Al estar sentado en una cabina (cockpit), el cerebro tolera mejor el movimiento que en juegos donde caminas. Sin embargo, las maniobras bruscas de combate o conducir el vehículo SRV por terrenos irregulares pueden causar cinetosis si eres novato en VR. Se recomienda empezar con sesiones cortas.
¿Está en español?
Sí, la interfaz y los textos están traducidos al español de España, lo cual es vital dada la complejidad de los menús y sistemas de la nave. Las voces de la computadora de a bordo también pueden configurarse.
Veredicto Final sobre Elite Dangerous VR
Elite Dangerous en Steam VR no es para todo el mundo. Si buscas acción instantánea y recompensas fáciles, huye. Pero si buscas una afición, un universo donde perderte y una de las demostraciones más brutales de lo que la tecnología actual puede hacer para engañar a tus sentidos, este es tu juego. Es una odisea que no esperas, porque te cambia la forma de entender el gaming.
Puedes encontrar el título en la tienda de Steam. Nos vemos en el vacío, Comandante. O7.
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