En Pekín, miles de corredores humanos participaron en el medio maratón anual. Pero en una pista paralela, se desarrollaba una escena de ciencia ficción: 21 robots humanoides de China se alineaban para la primera carrera oficial conjunta. Esta iniciativa del gobierno municipal buscaba mostrar el poderío tecnológico chino en IA y robótica.
Sin embargo, el evento fue más una lección sobre el estado actual de esta tecnología. Vimos sus increíbles progresos, pero también sus evidentes limitaciones.
La expectación era alta, alimentada por la inversión estratégica de China. Los robots humanoides son clave en su visión de futuro como asistentes en fábricas y hogares. Eventos como este en E-Town, distrito tecnológico de Pekín, son declaraciones de intenciones.
La imagen de robots corriendo junto a humanos evoca coexistencia. Pero la carrera demostró que ese futuro, aunque quizás inevitable, aún está lejos. Estuvo marcado por tropiezos, sobrecalentamientos y una dependencia casi total de la intervención humana.
El Espectáculo de la Ingeniería: Ambición y Realidad en la Pista de Robots Humanoides
Desafíos de la Locomoción Bípeda Autónoma
El disparo de salida separó promesas y realidad. De los 21 sofisticados robots humanoides, solo seis completaron el recorrido. Esta tasa de finalización (apenas 28%) evidencia los desafíos de la locomoción bípeda autónoma y sostenida fuera de laboratorios.
Mantener el equilibrio, coordinar movimientos, gestionar energía y navegar imperfecciones del terreno fue una barrera formidable para la mayoría.
Tiangong Ultra: Victoria con Obstáculos
El campeón fue Tiangong Ultra (1.70m), de UBTech y el Centro de Innovación de Robots Humanoides de Pekín. Cruzó la meta en 2h 40min. Un logro aparente, pero lento comparado con humanos (élite <1h; aficionados lentos <3h10min).
Tiangong Ultra fue el único robot dentro del límite oficial humano, aunque por poco. Sufrió al menos una caída y necesitó **tres reemplazos de baterías**. Esto evidencia el cuello de botella energético: los sistemas complejos consumen mucha energía, superando las baterías actuales para esfuerzos exigentes y prolongados.
El Pelotón Accidentado: Fallos y Retiradas
El resto del pelotón robótico ofreció un panorama accidentado. Hubo abandonos tempranos, caídas frecuentes y sobrecalentamiento recurrente de motores y electrónica.
La necesidad de asistencia humana fue la norma. Ver estas maravillas tecnológicas tropezar o ser retiradas ofreció una imagen aleccionadora de la dificultad de replicar algo tan humano como correr.
Perspectiva Experta sobre Robots Humanoides: Hardware vs. IA
El Foco en la Utilidad, no en la Velocidad
Alan Fern, profesor de robótica en la Universidad Estatal de Oregón, aporta contexto. Explica en WIRED que el objetivo principal al desarrollar robots humanoides no suele ser optimizar la velocidad de carrera.
El verdadero desafío es lograr que realicen tareas diversas y útiles en entornos reales. Correr un medio maratón es una tarea específica, no la métrica más relevante para evaluar la utilidad general de un humanoide.
Avances en Hardware, IA Estable
Fern matiza el estado de la IA para la locomoción. Señala que no ha habido avances disruptivos en algoritmos puros para caminar/correr desde ~2021. Lo que sí ha mejorado es la robustez y fiabilidad del hardware.
«Hasta hace unos cinco años, no sabíamos cómo conseguir que los robots caminaran de forma fiable. Ahora ya lo sabemos», comentó Fern antes del evento. Su predicción fue acertada: la capacidad de algunos robots para soportar estrés mecánico es un testimonio de avances en diseño, materiales, actuadores y control.
Predicción de Fallos y Desafíos Sistémicos
Sin embargo, Fern también anticipó los problemas dominantes: «Lo impresionante de pasar de 5K a medio maratón es un problema de robustez del hardware. Me sorprendería que lo consiguieran sin sustituir el robot [o baterías]».
Efectivamente, caídas y sobrecalentamiento fueron constantes, forzando intervención humana (ajustes, enfriamiento, levantar robots, reemplazar baterías/componentes). Estos desafíos son sistémicos en la tecnología actual.
Robots Humanoides: Desfile de Ingenio Mecánico y Estrategias
Diversidad de Diseños y Adaptaciones
La carrera fue un escaparate de la diversidad en diseño de robots humanoides. Hubo variedad en formas, tamaños y filosofías de ingeniería, desde los más bajos hasta el imponente Tiangong Ultra.
El único requisito era la bipedestación. Más allá, las empresas usaron estrategias variadas (ingeniosas, pragmáticas, desesperadas) para competir o, más a menudo, sobrevivir al recorrido.
Detalles curiosos revelaron desafíos prácticos. Algunos robots calzaban zapatillas deportivas infantiles atornilladas para mejorar tracción y proteger mecanismos. Otros llevaban rodilleras para amortiguar caídas.
Estas adaptaciones mostraban la conciencia de los ingenieros sobre la fragilidad de sus creaciones en esfuerzos prolongados.

Minimalismo Funcional
En una clara optimización para correr, a la mayoría de los robots humanoides se les retiraron los dedos, considerados superfluos y peso adicional. Esto aligera la carga y reduce consumo energético.
Algunos diseños prescindieron incluso de la cabeza, ya que para seguir una pista delimitada, la percepción visual avanzada era irrelevante. Estas modificaciones lógicas conferían un aspecto simplificado, alejándolos de la imagen antropomórfica habitual de los humanoides.
Actuaciones Memorables de los Robots Humanoides
Ritmo Constante y Caos Controlado
Tiangong Ultra y N2 (Noetix Robotics, 2º lugar) destacaron por un ritmo relativamente constante. Otros ofrecieron drama y disfunción cómica.
Un robot llamado Huanhuan se movió exasperantemente lento. Su cabeza temblaba incontrolablemente, sugiriendo fallos de estabilización o fijación mecánica deficiente.
Otro, Shennong, parecía un ensamblaje de ciencia ficción: cabeza tipo Gundam y ¡cuatro hélices de dron en la espalda! Aún más extraño, reposaba sobre ¡ocho ruedas!, violando el espíritu bípedo. Su desempeño fue caótico: arrancó, giró bruscamente y se estrelló contra una barrera, llevándose por delante a sus operadores. Un ejemplo de sistemas de control inmaduros.
La Cinta Adhesiva como Heroína Inesperada
En medio de fallos, la cinta adhesiva fue la heroína omnipresente. Los equipos la usaron para fijar acolchados, asegurar cables y en situaciones críticas.
La escena más impactante involucró a Xuanfeng Xiaozi, también de Noetix.
La Increíble Odisea de Xuanfeng Xiaozi: Decapitación y Resiliencia Adhesiva
Caída y Reparación Improvisada
Xuanfeng Xiaozi empezó con brío, pero sufrió fallos y caídas frecuentes. En una caída violenta, su cabeza se desprendió y rodó por el asfalto.
Parecía el fin, pero se transformó en una demostración de tenacidad humana. Operadores acudieron con cinta adhesiva y, en una maniobra improvisada, volvieron a fijar la cabeza al cuerpo.
Además, le adosaron una almohadilla de refrigeración en el torso, también con cinta. Una solución cruda pero aparentemente efectiva.
Final Agónico y Simbólico
Con la cabeza sujeta, refrigeración extra y andar descoordinado, Xuanfeng Xiaozi reanudó la marcha. Tambaleándose, pero avanzando, logró cruzar la meta tras su compañero N2.
La imagen del robot maltrecho y parchado encapsuló el espíritu agridulce del evento: fragilidad tecnológica, ingenio humano y perseverancia conmovedora. Fue una victoria pírrica que expuso más defectos que fortalezas, pero generó admiración por el esfuerzo.

Los Héroes Anónimos: Operadores Humanos, Clave Indispensable para los Robots Humanoides
Supervisión y Control Constante
La carrera resaltó la dependencia continua de estas máquinas de la intervención humana. No fue una demostración de autonomía, sino una coreografía donde cada robot era acompañado y mantenido por operadores.
Normalmente 2-3 personas corrían junto a su robot. Su papel era activo y esencial. Portaban tabletas para monitorizar parámetros (temperatura, batería, equilibrio) y enviar comandos (velocidad, trayectoria, inicio/parada).
Guía Física y «Paseo con Correa»
Otros actuaban como guías físicos, ayudando a sortear irregularidades, apartando obstáculos y sujetándolos con correas. Esta imagen de robots caros «paseados con correa» subrayaba la falta de autonomía real y la necesidad de supervisión para evitar percances catastróficos.
Mantenimiento Crítico Sobre la Marcha
Los operadores realizaban mantenimiento crucial: cambiaban baterías agotadas (varias veces para Tiangong Ultra), aplicaban refrigerante, usaban ventiladores, adosaban almohadillas de enfriamiento y hacían reparaciones de emergencia (como el uso extensivo de cinta adhesiva).
Alan Fern lo resumió: «Hay que pensar en estos robots más bien como en un auto teledirigido […]. Pero los robots no tienen ruedas». Captura la dependencia máquina-operador.
El Esfuerzo Humano Detrás de la Máquina
Al final, el agotamiento era visible también en los operadores. Habían cubierto la distancia realizando tareas física y mentalmente exigentes. Su esfuerzo fue parte integral de la historia.
Empresas que exploran integración tecnológica, como Virtua Barcelona, toman nota de estos desafíos de operación en el mundo real.
Más Allá de la Pista: Espectáculo vs. Utilidad de los Robots Humanoides
Demostraciones Adicionales: Bailes y Acrobacias
El evento incluyó demostraciones adicionales para mostrar otras capacidades de los robots humanoides. Hubo exhibiciones de bailes sincronizados y volteretas hacia atrás (backflips), un clásico popularizado por Boston Dynamics.
Cerca, perros robot y otro humanoide ofrecieron una danza coreografiada. Curiosamente, Unitree no compitió directamente, pero dos de sus robots participaron (uno cayó antes de empezar).
Al finalizar, otro robot humanoide entregó los trofeos, un gesto simbólico.
La Crítica Experta: El Verdadero Valor de los Robots Humanoides
Alan Fern advierte sobre sobreinterpretar estas habilidades llamativas. «Aunque capacidades como bailar pueden ser divertidas […], no demuestran cuán útiles son los robots humanoides en situaciones reales», afirma.
Ni siquiera correr un medio maratón es relevante para aplicaciones prácticas. No hay demanda de mercado para robots corredores.
Lo que determinará el éxito de los humanoides es su capacidad para realizar tareas diversas y útiles en entornos no estructurados (fábricas, almacenes, hogares) con mínima instrucción y alta fiabilidad.
«Espero que China se centre más en cosas útiles, porque la gente se va a aburrir de bailar y hacer karate», concluye Fern, pidiendo foco en la investigación útil.
Conclusiones: Un Baño de Realidad para los Robots Humanoides
Un Hito con Limitaciones Evidentes
La media maratón generó atención mediática y orgullo nacional en China. Ver a Tiangong Ultra cruzar la meta fue celebrado. Muchos corredores humanos se tomaron selfies, maravillados por el símbolo de progreso tecnológico.
No obstante, analizando objetivamente, la carrera fue un potente baño de realidad. Expuso las limitaciones actuales de la robótica humanoide global.
Problemas persistentes (estabilidad, gestión energética, control térmico, dependencia humana) demostraron que queda un larguísimo camino para alcanzar la autonomía, robustez y eficiencia proyectadas para los robots humanoides.
Valioso Campo de Pruebas y Metáfora Adhesiva
El evento sirvió como campo de pruebas en condiciones adversas. Reveló debilidades fundamentales en diseño, control y tecnologías clave (baterías, actuadores).
Puso de manifiesto áreas críticas que requieren innovación antes de que los robots humanoides pasen de curiosidades a herramientas prácticas y fiables.
La imagen recurrente de la cinta adhesiva como herramienta esencial es quizás la metáfora más elocuente: una solución rudimentaria para problemas complejos en la cúspide de la tecnología.
El Largo Camino Hacia la Autonomía Real
La primera carrera conjunta de humanos y robots humanoides no fue la demostración de dominio tecnológico esperada. Fue un experimento fascinante, revelador e instructivo.
Mostró que la capacidad de caminar ha mejorado, pero tareas humanas sencillas (correr sin caerse, sobrecalentarse o quedarse sin energía) siguen siendo desafíos monumentales para nuestras creaciones mecánicas.
El evento subrayó la brecha entre la visión de asistentes robóticos autónomos y la realidad de máquinas que requieren supervisión y mantenimiento constantes.
Aunque la inversión en robots humanoides continúa, la carrera sugiere que el camino será largo y lleno de tropiezos. Cada fallo es una lección aprendida. Fue un paso importante, aunque tambaleante, hacia el futuro.